¿Quieres consultar todas tus cuentas de correo en un mismo sitio, pero a la vez poderlo hacer desde cualquier lugar? Sigue leyendo…

Nuestra vida cotidiana nos obliga, por la razón que sea, a gestionar varias cuentas de correo. Pero ¿Porque las debemos controlar cada una desde un buzón diferente?
Desde el punto de vista “para gustos colores” podemos decir que no hay gestor de cuentas de correo “completamente perfecto”. Al menos desde mi experiencia, lo que uno te permite con soltura, otro ni lo contempla, lo que uno te facilita en cuestiones de movilidad, otro te lo complica, lo que uno te da en opciones de copias de seguridad y sincronización, otro está a años luz.
Lejos de hacer una comparativa con los pros y contras de cada uno y tras haber superado el trauma de las vistas por conversaciones y que no me deje reenviar varios emails… voy a ir directo a mi elección, Gmail.
Uso este método desde hace ya bastante tiempo en primer lugar porque nunca se donde voy a consultar mi correo la próxima vez que lo necesite, porque tengo varios dispositivos y los necesito todos al día, pero principalmente porque allí cargo todas mis cuentas y así lo tengo todo en un mismo lugar, simplemente recordando los datos de acceso a la cuenta de Google.
Y ya no me enrollo más, porque vosotros lo que queréis, es un pequeño tutorial paso a paso de como hacer eso de añadir mis cuentas personales en la interfaz de Gmail, pues vamos allá.
En primer lugar nos logueamos en la cuenta de Google y accedemos a nuestro Gmail. Una vez aquí, buscamos el enlace que nos lleva al panel de configuración de la cuenta.
A continuación vamos a la sección de “Cuentas e Importación” y hacemos clic en el enlace “Añadir una cuenta de correo POP3 tuya”.
NOTA: Al final vamos a hacer dos operaciones, configurar nuestra cuenta externa para poder leer los correos y en segundo lugar configurarla para poder enviar con ese nombre. Evitad la tentación, aunque el orden así lo indique, de configurar primero “Enviar mensaje como” por la sencilla razón de que en este proceso se envía un código a nuestra cuenta para verificarla, por lo que si ya tenemos previo acceso, nos evitamos la engorrosa parte de tener que cargar esa cuenta en otro gestor de correo solo para recoger ese código.
Poco hay que decir en este paso, introducimos la dirección de la cuenta a configurar en Gmail y adelante.
En este paso introduciremos los datos de configuración de nuestra cuenta. Ojo con el nombre de usuario que suele ser toda la dirección completa.
El nombre del servidor y en que puertos trabaja puede variar de un hosting a otro, consulta el tuyo si con esta configuración no te funciona.
Dejar una copia del mensaje en el servidor es una buena idea al principio, a modo de copia de seguridad, pero luego con el tiempo es mejor deshabilitarlo para que, por descuido, no se nos llene el buzón del servidor y lo colapsemos.
Si controlas varias cuentas es conveniente “etiquetar” con un nombre cada una, te ayudará a organizarte.
Por último, si marcamos el check de “Archivar omitiendo recibidos” evitaremos que los mensajes pasen por la bandeja de entrada y estos se guarden directamente en su carpeta (etiqueta) para cuando los queramos consultar.
Este paso nos hará de “puente” entre las dos tareas que comentaba antes, poder recibir y poder enviar. Si por alguna razón os saltáis este paso, no os preocupéis, podéis volver a el desde el enlace “Añadir otra dirección de correo tuya” que veíamos en la pantalla de configuración.
Muy importante deshabilitar la opción “Tratarlo como un alias” para que Gmail trate esta cuenta como una más.
Anteriormente Gmail dejaba configurar la cuenta para usar sus servidores a la hora de enviar, o no. Pero hoy en día es necesario introducir los datos de tu servidor de salida para que se use este y no el de Gmail.
Este es el punto que os comentaba antes, si ya tenéis control sobre el correo recibido, tan solo deberéis ir a vuestra bandeja de entrada de Gmail y…
Recoger vuestro código de verificación. Fijaros como ha etiquetado el correo entrante tal y como le dijimos, como correo “recibido” (Bandeja de entrada) y a parte como “prueba@josepparra.es” para distinguirlo entre los otros. Una gran herramienta (cuando te acostumbras) esta de las etiquetas para clasificar, te da unas combinaciones infinitas para encontrar siempre lo que buscas, no dudes en usarlas.
Pegamos el código de verificación y clic en “Verificar”.
Y por último ya podemos ver en nuestro panel de configuración/Cuentas e importación, como nuestra cuenta personal externa a Gmail está configurada y consultándose con regularidad.
NOTA: Según pude saber hace un tiempo, cuando me vino esta duda, Gmail gestiona internamente el tiempo que pasa entre consulta y consulta, basándose en la frecuencia de uso y cantidad de correo de la cuenta, así como de “otros” parámetros, no pudiendo alterar dicho tiempo a nuestro antojo. Pero no importa, siempre tendremos el botón de refrescar en Recibidos, el de recargar ventana del navegador o F5, para así ir consultando nuestras cuentas al más pudo estilo “Enviar y Recibir” de Outlook. 😉
Muy interesante y bien explicadito, lo probaré con todas las tropocientas cuentas que tengo creadas, gracias.